jueves, 10 de julio de 2014

Mi bolecha de pelo


Hace poco le comentaba a alguien la trampa que suponen las "traducciones libres" de títulos de películas al castellano. Tu entras en el cine para ver "Una pareja de tres" creyendo que vas a ver una comedia llena de gags y simplona ... y sales con los ojos hinchados de jartarte a llorar y reflexionando sobre el sentido de la vida, ¡menuda encerrona que te manden al rincón de pensar sin previo aviso!. Es y será siempre una de mis películas favoritas, porque me siento profundamente identificada con su protagonista masculino y porque para ellos su familia comienza con la llegada de Marley y yo creo que es la mejor manera de empezar una.
Desde que tengo memoria ha habido un perro en mi familia y ya no concibo una sin ellos, magrear a tu mascota segrega más endorfinas que comerse una tableta de chocolate y te hace sentir mejor persona.
Incluso en mis peores días mis bichos consiguen sacarme una sonrisa sólo con su manera de mirarme y aunque a veces los envolvería para regalo, creo que preferiría morirme a tener que separarme de ellos.
Es por esto que no logro entender a las personas que le dan la patada a su mascota cuando tienen un bebé o a las que sucumben al chantaje emocional de sus hijos y cuando el cachorro crece asalvajado, entonces se deshacen de él. No tengo absolutamente nada en contra de quienes deciden no tener mascota, es un tema muy personal y si sus horarios, hábitos y modo de vida en general son incompatibles con el cuidado de una mascota encuentro un ejercicio de coherencia el no hacerlo. Ahora...con los que deciden tenerla y luego  "rescinden el contrato", sí tengo un gran problema...me parecen auténticos monstruos disfrazados de personas y me da mucha pena que esa gente decida tener hijos para criarlos con ese ejemplo, no sé cómo alguien puede hacer algo así y seguir por la vida con la cabeza alta.
Esta es Martina, mi bolecha peluda, mi petit monstre, todo un carácter y por eso la adoro...
¡pon un peludo en tu vida!





No hay comentarios:

Publicar un comentario