El viernes tocó salir a la calle y montar puesto con motivo da Noite encantada, una iniciativa de los comerciantes de la zona de Traviesas aquí en Vigo. Me animé a participar porque suponía la oportunidad de darnos a conocer en una zona de la ciudad en la que muchísimas personas hacen sus compras, creo que la acogida, al igual que en el Soho, ha sido francamente positiva, el festival del humor parecía estar en nuestra carpa porque la gente no paraba de hacer comentarios positivos mientras se reía al ver nuestros bodies y camisetas, acabé borracha de cansancio, muchas horas y mucha gente, en su mayoría muy maja por suerte.
A penas nada negativo que destacar, salvo el intenso tráfico desde las 08.00 hasta las 23.00 horas, cuando terminamos de recoger, que hizo una verdadera tortura estar a pie de calle, las ciudades deberían ser para las personas y no para los coches, ¡que horror!.
También tuve un "intercambio" de opiniones con una señora que creyó conveniente decirme que mi ropa le parecía cara...en fin...le hubiese dado una estupenda charla sobre el % de IVA que graba las cosas en este país gustosamente, pero al final me conformé con decirle que pagarle salarios dignos a la gente que confecciona la ropita que vendemos en Mon petit monstre y utilizar materias primas de calidad supone que nuestros precios sean los que son, razonables.
Está claro que no podemos ser del agrado de todo el mundo, mucha gente nos elige no sólo por tener ropita chula, sino porque sabe sus manos están limpias al comprarla y con eso me quedo, me hace inmensamente feliz.
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