viernes, 28 de febrero de 2014

Manual de una procastinadora o una procastinadora de manual


¿Manual de lo qué?, pensaréis la mayoría, pues sí; soy una procastinadora de manual y probablemente muchos de vosotros/as también lo sois. Tiendo a dejar para mañana lo que puedo hacer hoy, no por vagancia, ni desidia, si no por miedo a meter la pata, a no hacerlo lo suficientemente bien. Si lo pensáis bien es un círculo realmente estúpido, no lo haces porque te sientes mal sólo de pensarlo y te sientes realmente mal porque la tarea sigue ahí, esperando a que alguien se digne a hacerla...Ese mal estar te acompaña allá dónde vayas y hagas lo que hagas, porque una vocecita interior (vamos a llamarla conciencia) se encarga de recordarte a todas horas que no estás haciendo lo correcto y entonces pasa esto...


 Vas por la vida cual Orco de Mordor, sembrando el mal rollo por donde pasas, porque, seamos realistas, disimular las 24 horas del día es completamente inviable, en algún momento la bestia asoma. Lo bueno, es que no hay cuerpo que aguante mucho tiempo este ritmo ,estar al frente de Mon petit me ha enseñado que mis límites los marco yo, que soy más fuerte de lo que pensaba y sobre todo, que si meto la pata no pasa nada...como decía mi abu - todo tiene arreglo, menos la muerte -.Así que...




 Hoy celebro que no soy perfecta y no puedo saberlo todo, que no pasa nada, que tengo que aprender a disfrutar de las cosas como vienen y que no puedo tener el control absoluto sobre todo lo que me ocurre, pero sí las fuerzas y los recursos suficientes para ir superando los obstáculos del camino, eso es la vida a fin de cuentas, ¿no?
¡¡Buen finde!!





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